Artesanía se refiere tanto al trabajo del artesano (normalmente realizado de forma manual por una persona sin el auxilio de maquinaria o automatizaciones), como al objeto o producto obtenido en el que cada pieza es distinta a las demás. La artesanía como actividad material se suele diferenciar del trabajo en serie o industrial.

Con el objeto de definir a la artesanía y distinguirla de la industria, Eutimio Tovar Rodríguez en "La artesanía su importancia económica y social"1 ha propuesto como definición de artesanía "toda técnica manual creativa, para producir individualmente, bienes y servicios" y por lo tanto ha definido industria como "toda técnica mecánica aplicada, para producir socialmente, bienes y servicios".

Para muchas personas, la artesanía es un término medio entre el diseño y el arte. Para otros es una continuación de los oficios tradicionales, en los que la estética tiene un papel destacado pero el sentido práctico del objeto elaborado es también importante.

También quedan algunos artesanos que se dedican a los llamados «oficios tradicionales», pero cada vez son menos.

Uno de los principales problemas de la artesanía es la competencia con los productos procedentes de procesos industriales de bajo coste, con apariencia similar a los productos artesanos, pero con menor precio y calidad.

Otra dificultad para los artesanos es la forma de comercializar sus productos, ya que es una característica de la artesanía, que se realiza en talleres individuales o de pocas personas, con poca capacidad para llegar al mercado.

La Artesanía Hidalguense

La gente de Hidalgo cuenta con un don especial y lo muestra a través de sus artesanías, sea en la Sierra, en el Valle del Mezquital, en la Huasteca o en el Altiplano, primorosas obras llaman la atención.

Estado de Hidalgo es un gran crisol de paisajes, climas, pueblos y culturas Esta diversidad, se materializa, entre otras cosas en sus artesanías, las cuales constituyen un mundo maravilloso de color y armonía, que se recrea cotidianamente con la infinita paciencia y empeño que el artesano hidalguense posee.

Es posible dividir al territorio hidalguense en cinco grandes regiones, en función de elementos naturales y culturales comunes: En el Valle del Mezquital, La Huasteca Hidalguense, La Sierra Tepehua, La Sierra y la Altiplanicie Pulquera.

Pachuca

Casa de Artesanías Hidarte Esta tienda de artesanías expende las creaciones más relevantes del Estado, como las campanas de Tlahuelompa; artículos de carrizo y de madera con incrustaciones de concha de abulón provenientes de Ixmiquilpan; fibra de nopal deshidratada originaria del Valle del Mezquital; latón de Tepojaco; cobre de Tizapán; y obsidiana de Nopalillo transformada en figurillas humanas y objetos para escritorio. Se encuentra ubicada en Av. Juárez esquina con Vicente Segura.

extiles fabricados en telares rústicos.

ACAXOCHITLAN  

Textiles fabricados en telares rústicos.

 

ACTOPAN  

Objetos de piedra labrada y tallada. Pirotecnia. Textiles bordados y tejidos.

 

ALFAJAYUCAN  

Objetos de cerámica y alfarería. Sombreros de palma. Filtros de cantera y objetos en cantera y piedra.

 

HUASCA DE OCAMPO

Jarros y vajillas de barro rojo. Mobiliario de piedra. Hierro forjado. HUEJUTLA     Ollas, cántaros, jarros y utensilios para cocina en barro blanco. Ayates, bolsas y costales de fibras vegetales. Textiles y bordados.

 

HUICHAPAN  

Objetos varios de mármol y de cantera.

 

IXMIQUILPAN  

Jarros y utensilios para cocina. Canastas y jaulas de ixtle y carrizo. Pirotecnia. Textiles bordados. Huaraches. Instrumentos musicales en miniatura hechos de madera con incrustaciones de concha nácar.

 

METZTITLÁN  

Ollas, cántaros y objetos de cerámica.

 

MOLANGO  

Talabartería y herrería.

 

PACHUCA  

Objetos finos de plata., los torrescano el replicas reloj a escala y mundo prehispánico, artesanía en madera, dulcería

 

TLAHUELOMPA  

Campanas de bronce de la mejor calidad.

 

ZACUALTIPAN

Calzado y talabartería fina. Objetos y utensilios de cobre martillado.

 

Fuente: Ficha de Arturo Chairez. Guía México desconocido No. 62 Hdalgo / septiembre-octubre 2000