Luis García

Los retratos y escultura en en miniatura, así como otros géneros en miniatura (escenas cortesanas, paisajes...), , se desarrollaron a partir del siglo XVI. Consistían en retratos o pequeños cuadros encajados en diversos objetos como medallones, relojes de sobremesa, joyeros u otros objetos similares. El marco de los retratos, con frecuencia es un medallón ovalado.

Este nuevo tipo de pintura en miniatura se realizaba en una gran variedad de técnicas pictóricas como óleo sobre cobre, estaño, esmalte o marfil, aguadas sobre pergamino o cartulina, o desde el Siglo XVIII acuarelas o aguadas sobre marfil.

Grandes pintores como Goya y Fragonard hicieron de los retratos en miniatura una faceta más de su actividad. Hubo pintores que se dedicaron a este arte casi en exclusividad. En el siglo XIX, con el desarrollo de la fotografía se inició la decadencia de este arte

A aquí en Pachuca tenemos a un artista y artesano que bien hace el escultura en miniatura y me refiero a

 

Luis García

Pachuca Hgo, escultura miniatura en hueso con la técnica de tallado, desde obras del tamaño de un grano de arroz hasta 15cm aproximadamente, con participaciones exponiendo obras en escuelas superiores, oficinas públicas federales, eventos particulares, revistas culturales, fundaciones, documentales en radio y televisión de Hgo., además concursos y exposiciones  de FONART del gobierno federal , concursos, etc. En una experiencia de unos diez años e trabajado en materiales como huesos de res, tigre, oso, marfil de jabalí, elefante, asta de venado, cuerno de borrego, marfil vegetal (tagua) semillas, etc. 

Lo puede localizar en la calle de Guerrero en la estética frente a eletra donde antigua mente fue el cine alameda entre la calle de Bravo y Doria 


 

La miniatura en México


Miniaturas existen en todo el mundo. En México se han encontrado diversos objetos en todas las culturas prehispánicas y es hasta la fecha una rama artesanal muy difundida. Hay miniaturas ceremoniales que tienen una finalidad propiciatoria. Por ejemplo los huicholes agregan pequeños objetos a sus flechas sagradas que comunican sus súplicas a los dioses. De acuerdo con sus necesidades puede ser una minúscula tela con una aguja atravesada, si desean ser buenas bordadoras, un arco y flecha para la buena suerte en la caza o un pequeño tambor para poder tocar bien en la fiesta.

En las cercanías de Mitla, Oaxaca, hay una gran cruz en un llano. El 31 de diciembre de cada año llegan peregrinos de todo el valle y de la sierra de Juárez, para expresar sus peticiones. Se simula un rancho con una cerca de palitos, una milpa con pajuelas, una casa con piedras sobrepuestas. Hay vendedores de pequeñas figuras que la gente compra y, de acuerdo con sus aspiraciones ponen vacas o caballos o gallinas o una señora con un niño en brazos, si desea descendencia.

Las miniaturas son también objetos codiciados por coleccionistas. ¿Quién no recuerda las vitrinas de las abuelitas, donde guardaban un plato alemán, un cristal de Checoslovaquia, algún recuerdo de viaje, así como una canastita de porcelana que le regalaron llena de colación en una posada, un Niño Dios, también de porcelana, que le tocó en una rosca de Reyes o una pequeña matraca de plata, recuerdo de una Semana Santa? Junto con esto hay soldaditos de plomo o cualquier otro juguete, con los que se entretiene a los niños.

Las casas de muñecas son otro pretexto para coleccionar miniaturas: Desde los muebles a escala, hasta los trastecitos de cocina. Cada objeto es un verdadero deleite que invita a jugar o simplemente a contemplarlos. Las miniaturas se hacen de todas las materias primas imaginables. Es inagotable la inventiva de los artesanos para concebir nuevas imágenes, partiendo de pequeños trozos de material de desperdicio o que sobra de una obra de mayores dimensiones. Además de la creatividad, se necesita una gran destreza técnica, para lograr plasmar en piezas tan diminutas verdaderas esculturas con todo el detalle de un trabajo más grande